

EL RETORNO
-A NUESTRA VERDADERA IDENTIDAD-

EL YOM KIPPUR - DÍA DE EXPIACÍON

PRACTICA DEL SERVICIO DEL YOM KIPPUR EN LOS DIAS DEL SACERDOCIO ARONICO
Hashem le explicó a Moshé la avodá (servicio) especial que debía realizarse para Yom Kippur (Día de Expiación) en el Beit Hamikdash (Templo Sagrado del Monte Moriah). El gran sacerdote debía realizar este servicio en persona durante todo el día.
Los preparativos para el día más sagrado del año comenzaban con una semana de anterioridad. El kohén gadol (sumo sacerdote) dejaba su casa y su residencia pasaba a ser una de las salas del Beit Hamikdash. Se debía purificar y preparar para el Servicio durante siete días.
Además del gran sacerdote destinado a oficiar el Servicio, también se preparaba a un sustituto, en caso de que el kohén gadol se torne tamé (impuro) y sea incapaz de oficiar como tal.
En el tercer y séptimo día de los siete días de preparativos, se esparcían sobre el gran sacerdote aguas purificadoras de la pará adumá (vaquilla roja), en caso de que sin saber se hubiera convertido en tamé por estar en contacto con un cadáver.
El Beit Din (tribunal de ancianos) enviaba una delegación de talmidei jajamim (sabios de la Torá) para que instruyera al kohén gadol en el Servicio del Yom Kipur. Le leían los capítulos de la Torá que tratan sobre el Servicio y las repetía hasta que las aprendía bien. Si conocía bien las halajot (interpretación de la Torah), podía explicarlas. En esa semana, también ofrecía inciensos, sacrificios y encendía la menorá.
En la Tierra de Israel -Víspera del- Yom Kippur
Durante este día de gran aflicción, todos los animales que habían sido reservados para que se sacrificaran pasaban por delante del kohén gadol, quien los identificaba para conocerlos para los servicios en Yom Kippur. En la mañana, los Sabios que lo habían instruido se iban y eran reemplazados por un grupo de kohanim que practicaban junto con éste el arte de verter el ketoret (incienso aromatico) en sus manos con una cuchara, una de las partes más difíciles del Servicio que se debía realizar en el kodesh hakodashim era esta ceremonia ordenada por Hashem en la Torah de Moisés. Antes de irse los talmidei jajamim exclamaban, "Estimado kohén gadol, nosotros somos los delegados del Beit Din, y usted es el nuestro, además de ser representante del Beit Din. ¡Le ordenamos en nombre de El, Quien reside en esta Casa, que no altere ni una letra de todo lo que le enseñamos!" El gran sacerdote y los talmidei jajamim se despedían llorando. El lloraba porque se sospechaba de él que podía llegar a modificar el Servicio; ellos lloraban porque estaban obligados a sospechar de él, probablemente en vano.
La Noche del Yom Kippur
El kohén gadol no podía ir a dormir la noche de Yom Kippur. Se quedaba despierto, leyendo capítulos del Tanaj que atraía la atención de todo el mundo). Si él comenzaba a dormirse, los kohanim más jóvenes lo despertaban chasqueando los dedos de forma ruidosa. Si se sentía cansado, se le decía que se pare por un rato. Esto lo refrescaba debido a que el piso de piedras del Beit Hamikdash era frío. Todas las grandes personas de Jerusalén también se quedaban despiertas durante toda la noche, así el kohen gadol podía escuchar el murmullo y el tumulto de la ciudad y esto lo ayudaría a mantenerse despierto.


La avodá (servicio) comenzaba después de la medianoche cuando se echaba la suerte entre los kohanim para determinar quién iba a realizar el servicio de terumat hadeshen (la elevación de un puñado de cenizas del altar), y quién iba a limpiar el mizbeaj de cenizas. Antes del amanecer el atrio se llenaba de gente y los sacerdotes de la orden Aronica debian cumplir el siguiente servicio;
1.- Tamid/ El Sacrificio Diario de la Mañana: Luego de que amanecía, el kohén gadol comenzaba el Servicio al sumergirse en la mikvá, vestía sus prendas de oro y vertía agua sobre sus pies y manos.
Ofrecía el sacrificio diario de tamid, quemaba el puñado regular de ketoret, y por último, encendía las velas de la menorá, y realizaba el resto de los servicios matutinos.
2.- Minjat Javitim: Le ofrendaba al gran sacerdote la ofrenda diaria de minjá.
3.- Musaf de Yom Kippur: Ofrendaba el sacrificio especial musaf de Yom Kippur que consistía en un buey y siete corderos. A continuación, vertía agua sobre sus pies y manos, se quitaba las prendas de oro, se sumergía en la mikvá, se ponía las cuatro prendas blancas, y de nuevo lavaba sus pies y manos. Luego, estaba listo para la próxima avodá.
4.-- Vidui al par kohén gadol/ La primera confesión: Colocaba sus manos sobre su sacrificio personal, el buey, y confesaba sus pecados y los de su familia. Su vidui (confesión) era la siguiente:
"Por favor, Hashem, pequé sin intención, cometí transgresiones intencionalmente e insolentemente ante Ti, tanto yo como mi familia. Por favor, Hashem, expíe los pecados involuntarios, las transgresiones voluntarias y la desobediencia que mi familia y yo cometimos ante Ti, según dice en la Toráh de Su servidor Moshé (Vaikrá/Levítico 16:3),
"En este día, El expiará tus pecados y te dejará puro y limpio de todo pecado ante Hashem."
El kohén gadol en todas sus confesiones durante Yom Kippur, pronunciaba el shem hameforash, las Cuatro Letras del Nombre de D- s, de la forma en que está escrito. Cuando los kohanim y la gente se juntaban en el Atrio escuchaban el Tetragrámaton, el Nombre sagrado y grandioso, emanaba de la boca del kohén gadol, y el pueblo respondía, "Baruj shem kevod maljutó leolam vaed/ Bendito sea por siempre el Nombre de Su reinado glorioso." Durante Yom Kippur, el kohén gadol pronunciaba el shem hameforash diez veces, sin tener que hacer ningún esfuerzo para lograrlo debido a que éste milagrosamente dejaba la boca por sí mismo porque la shejiná hablaba desde su garganta. Después del vidui, el kohén gadol no procedía a sacrificar al buey sino que primero echaba la suerte entre los dos machos cabríos requeridos para el Servicio central de Yom Kippur.
5.- Sorteo: Se preparaban dos machos cabríos, de igual peso, altura y aspecto. Se los adquiría antes de Yom Kippur con fondos de la comunidad. Se preparaban dos inscripciones, una decía, "Para Hashem," y la otra "para Azazel". Se las colocaba en una urna, y el kohén gadol sin mirar tomaba cada una con una mano. Colocaba la inscripción que tomaba con su mano derecha en el macho cabrío de la derecha y la otra en el izquierdo. Le leían las inscripciones, y proclamaban con respecto al cabrío con la inscripción "Para Hashem": "¡Este es un sacrificio jatat para Hashem!" En la cabeza del cabrío "Para Azazel", colocaban un hilo de color escarlata y ataban otro hilo rojo en la entrada del sector kodesh del Beit Hamikdash.
6.- Vidui Ushejitá/ Una segunda confesión, y el sacrificio del buey del gran sacerdote: Volvemos al sacrificio personal, el buey, el kohén gadol de nuevo enunciaba su vidui por todos sus pecados y también por los de los kohanim. Sacrificaba a su buey y recogía su sangre en una sartén que entregaba a un kohén diferente.
7.- Avodá bakodesh hakodashim/ El Servicio en el Lugar Santísimo: La parte que continuaba ahora era crucial y la más delicada de la avodá que el pueblo entero esperaba con ansiedad. El kohén gadol debía ingresar en el kodesh hakodashim para ofrecer ketoret (incienso). Llenaba una sartén de oro con carbón ardiente que tomaba del Altar Exterior. Se le entregaba un recipiente que contenía incienso, del cual él tenía que sacarlo con las dos manos. Luego, transfería esos puñados de incienso a una cuchara, tomaba la sartén que contenía carbón en su derecha y la cuchara en su izquierda, y entraba en el Lugar Santísimo. Colocaba la sartén con carbón entre los postes del arón (en el segundo Beit Hamikdash que no tenía arca, sobre la piedra sobre la cual se encontraba el arón, arca), tomaba el borde de la cuchara que contenía el incienso con la punta de los dedos o con los dientes (para dejar ambas manos libres), y vertía el ketoret de nuevo en sus manos. Esta era una de las tareas más difíciles realizadas en el Beit Hamikdash debido a que ni una sola gota de incienso podía caer en el piso durante el proceso.Terminaba el Servicio juntando el ketoret en una sartén que contenía carbón, y esperaba que el humo del incienso llenara el kodesh hakodashim. Esta avodá provocaba la gloria de la shejiná, sin embargo, se ocultaba en el humo para que el kohén gadol no pudiera verla. Salía y caminaba hacia atrás, sin desviar su cabeza de la dirección del arón. El ingreso del kohén gadol al Lugar Santísimo era acompañada con las tefilot (oraciones) de todo el pueblo de Israel y su aparición era aguardada con estremecimiento. La Toráh advierte que si alguna de las partes de la ceremonia no era realizada de acuerdo con los preceptos, el kohén gadol incurría en la pena de muerte del Cielo. (Vaikrá/Levítico 16:13).
De hecho, la shejiná (Gloria de Adonai) acompañaba a cada kohén gadol que venía a servir en el kodesh hakodashim, pero sólo un gran sacerdote que fuere sumamente especial estaba capacitado para percibirlo. En los tiempos del segundo Beit Hamikdash, la mayoría de los grandes sacerdotes fallecían dentro del año que seguía a Yom Kippur.
Para estar en condiciones de entrar en el Lugar Santísimo, el gran sacerdote debía purificarse a sí mismo previamente, y lograr separarse de todas las aspiraciones físicas. La mayoría de los kohanim guedolim que sirvieron en el Beit Hamikdash compraban sus puestos con sobornos. Nunca alcanzaron el nivel espiritual requerido para ingresar en el kodesh hakodashim, y luego no podían sobrevivir el encuentro con la shejiná que ocurría allí.
El kohén gadol dejaba el Kodesh Hakodashim e ingresaba en el sector kodesh para orar por un buen año para el pueblo de Israel. Cuando regresaba al kodesh, todos los kohanim debían irse; ningún extraño podía entrometerse en el encuentro de la shejiná y el kohén gadol. Nuestros Sabios nos enseñan que ni siquiera los ángeles estaban presentes, debido a que la atmósfera de santidad que entonces se infiltraba en el Mishkán era del nivel más alto. Se le ordenaba que su tefilá (oraciones) fuera corta, por aquellos que aguardaban en suspenso en el atrio para ver si aparecía con vida del Kodesh Hakodashim. El kohen gadol ofrecía la siguiente plegaria en Yom Kippur:
"Que sea Tu voluntad, Oh Hashem, que este año sea bendecido con suficiente lluvia, sol, sombra, y rocío. Que sea un año de buena voluntad del Cielo, un año de bendición, de precios bajos, saciedad, buenos negocios; un año en el cual Tu pueblo Israel no necesite uno del otro ni tenga la necesidad de dominio uno sobre el otro”.
El Macho Cabrio Azazel
Envío del macho cabrío a Azazel, y una tercera confesión: El kohén gadol colocaba sus manos entre los cuernos del macho cabrío con vida designado para Azazel y pronunciaba una tercera confesión, esta vez por los pecados de todo el pueblo. Un hombre era preparado antes de Yom Kippur para dirigir al macho cabrío para Azazel hacia un desierto rocoso sin cultivar y para tirarlo desde un farallón. Hashem prometía que a través de este Servicio, El expiaría los pecados de todo el pueblo de Israel (Vaikrá 16:22). El hombre que llevaba al cabrío hacia la roca de gran altura generalmente no sobrevivía a ese año, y por consiguiente, ellos elegían como mensajeros a aquellos que estaban destinados a morir dentro de ese año. (En aquellos tiempos, los Sabios judíos poseían ruaj hakodesh y eran capaces de determinar el destino de las personas.) El kohén gadol no podía retirarse de la azará (Atrio) para continuar con la avodá antes de que el cabrío llegue al desierto. Por lo tanto, un sistema especial de señalización se estableció antes de Yom Kippur para asegurar la comunicación entre el desierto y el Beit Hamikdash. Diversas plataformas se erigieron a una distancia tal que si una persona agitaba una bufanda en una, podía ser vista por una persona que estaba parada en la próxima.
Tan pronto como la persona que estaba parada en la plataforma más próxima al desierto observaba que el cabrío había llegado allí, agitaba un pañolón en dirección al hombre que estaba parado en la plataforma más próxima, y éste pasaba la señal al próximo, y así sucesivamente hasta llegar a Jerusalén. Cuando en el pueblo judío había solo tzadikim, también sabían que el macho cabrío había llegado al desierto con sólo observar que el hilo color escarlata que estaba atado en la entrada del sector kodesh del Santuario se tornaba blanco.
El Yom Kippur bajo el Nuevo Sacerdocio de Yehoshua según la orden de Melquisedec
Luego de la destrucción del último templo en el año 70 de nuestra era, los sacrificios y holocaustos tal como lo practicaba el antiguo sacerdocio Aronico cesaron por completo como cumplimiento de lo anunciado por el profeta Daniel 9:26. Por ello la celebración del Yom Kippur tiene ahora bajo el nuevo sacerdocio de nuestro Adon Yehoshua una mayor implicación y vigencia. Yehoshua como el Kohen Hagadol de un nuevo pacto renovado con la casa de Israel y la casa de Juda ha hecho Kaparot (sacrificios) por nuestras transgresiones una ves y para siempre (Hebreos 9:11-12) por lo cual en Yom Kippur ahora hacemos aflicción tanto por nosotros (La casa de Efraín) que se encuentra mezclada en medio de las naciones esperando el cumplimiento de su retorno y reunificación, como por el remanente endurecido (La casa de Juda) en espera de su redención final y la restauración de todas las cosas la cual ya fue consumada en los cielos por el sacrificio del cordero inmolado cuya manifestación veremos nuevamente cuando El aparezca por segunda ves para salvar a los que le aguardan.
Ubrajok Alecheim / La bendicion sea sobre ti .....................................................El Segundo Gran Exodo.