EL RETORNO

El camino que muchas veces señala un letrero para un viajero desorientado, apunta hacia un derrotero que le indica un destino a ese viajero. Cualquier señalización en la vía que signifique avanzar hacia delante, será más que suficiente para aquel que transita un largo camino dándole la sensación de que pronto llegara. Sin embargo que le parecería al viajero si entre tantas señalizaciones encuentra una que le indica; para llegar a su destino por favor gire de la vuelta y  retorne a su origen. Nada mas que algo descabellado seria para tal transeúnte hacer caso a dicha señalización, si para su mentalidad cultural; siempre avanzar hacia adelanté de seguro te llevara alguna parte, por lo tanto hacer lo contrario ni siquiera seria remotamente considerado. Pero que reacción tendríamos si para otras culturas o formas de pensamiento el avanzar hacia adelanté mas bien te alejara de un destino y contrariamente a lo que se piensa, retornar hacia atrás mas bien te hace acercarte a ese destino tan frenéticamente buscado.

 

Pues esa señal de retorno en el camino, de la cual hablamos para el viajero, se encuentra ampliamente exhibida dentro del marco de las sagradas escrituras hebreas. Mientras que la cultura occidental tan dominante hoy día trata de entender las señales en el camino basándose únicamente en su percepción tradicional, esa presunción puede traer como riesgo que nunca se llege a un destino y peor aun de perder el viaje sin ninguna oportunidad de poderlo intentar de nuevo. Ahora si por el contrario nos detenemos a considerar el porque esa señal de retorno apunta como un destino regresar hacia un origen, daríamos oportunidad a la esperanzadora experiencia de encontrarnos con un guía que si conoce el camino orientándonos de manera segura hacia la meta.

 

 La experiencia del ficticio viajero recoge adecuadamente nuestro sentir con respecto a este proyecto del Segundo Éxodo el cual queremos afablemente compartir con uds. El redescubrir las raíces hebreas de nuestra fe cristiana a significado encontrarnos con la señal del letrero que nos indica un retorno hacia la verdadera identidad del Elohim de nuestros padres; Abraham, Isaac, Jacob y José, y por ende implica detenernos en nuestro caminar para regresar a transitar por las sendas antiguas de nuestros padres hacia el origen de todas las cosas “El huerto del Edén” Para lograr ese retorno proponemos a todo creyente cristiano de las sagradas escrituras, dejar a un lado por un  momento su cosmovisión occidental para ahora absorber sin resistencia, la herencia de la cultura hebrea de quienes son los pactos, las promesas y el sublime legado de las escrituras bíblicas, para entenderlas ahora si en su correcto contexto histórico y gramatical obteniendo como resultado un profundo despertar que dará como consecuencia un conocimiento mas solidó de la forma e imagen del Creador de los cielos y la tierra.   

 

 

 Acompañanos en este retorno y danos la oportunidad de ser como un guia para tu camino.

 

 

Ubrajok

El Segundo Gran Exodo.